domingo
15 del tiempo ordinario
(Mateo 13, 1 - 23)
El tema central de las
lecturas de este domingo es la PALABRA DE DIOS. Cuánto sabemos nosotros de la
Palabra…
Vale la pena preocuparnos
mucho más por acercarnos a la Sagrada Escritura donde palpita el corazón de
Dios para el hombre.
Recordemos que cuando
estamos en la celebración de la Santa Misa, en la primera parte está la
LITURGIA DE LA PALABRA. Escuchar la Palabra es escuchar a Dios mismo quien nos
habla y nos toca el corazón. Por eso, es fundamental aprender a escuchar y a
comprender que cuando estamos en la Eucaristía es Dios mismo quien nos está
hablando.
Pero, no nos podemos
limitar a escuchar la Palabra en la Santa Misa. Debemos aprender a leerla en
nuestra vida diaria; debemos procurar todos los días leer el Evangelio de la
celebración eucarística diaria; debemos esforzarnos por pensar más las cosas de
Dios. Recibimos demasiado información del mundo exterior y llenamos el corazón
de muchas cosas que no son Dios y nos hablan más del mundo… llenemos el corazón
de vida espiritual y de la voz de Dios que siempre hace fecundo nuestro corazón
y nuestras acciones.
El Señor compara la
recepción de la Palabra con un terrero; aquí cabe la pregunta para cada uno,
qué tipo de tierra soy yo, buena, mala, fértil, estéril…
De una buena tierra
depende, totalmente, la cantidad y calidad de fruto que se produzca. Nosotros
no estamos diseñados para ser un desierto sino un fecundo suelo donde el Señor
pueda sembrar y cosechar mucho, mucho, mucho para su gloria y exaltación de la
fe cristiana.
La semilla cayó en tierra
buena y dio fruto.
P.
Rodrigo Gallego Trujillo
Rector del Seminario Mayor
de Buga