Amar a Dios con
todo…
(Mateo
22, 34-40)
Siguen las
preguntas “puntillosas” para Jesús; y Él sigue respondiendo con la sabiduría
que viene de lo Alto y con la claridad suficiente para mostrar al hombre el
camino de la verdadera “Verdad”.
La respuesta de
Jesús recoge el espíritu de la Ley de Moisés, de todo el Antiguo Testamento. La
ley de Dios se orienta para que el hombre vuelva al camino que el Señor le
invitó a recorrer desde la creación y que el pecado torció. Si se ve así, la
ley no puede ser una carga sino un camino que da libertad y ubica a la persona
en la realidad de su propio ser y según lo que Dios ha pensado para Él.
A Jesús lo
ponen a prueba con una pregunta, pero nos damos cuenta que el hombre mismo se
ha sometido, por su desobediencia, a la prueba de “jugar con candela” y eso lleva
por el camino de la muerte que no es otra cosa que romper la alianza de eterno
amor con el Señor Dios.
Vale la pena
que pensemos en los mandamientos que presenta este Evangelio y nos preguntemos
si los vivimos para agradar al buen Dios y amar al prójimo, cosa que no es
fácil.
¡Yo te amo
Señor, Tú eres mi fortaleza!
P. Rodrigo Gallego Trujillo
Rector del Seminario Mayor “Los Doce
Apóstoles” de Buga