Jesús es mi Pastor
Jesús se compadece de todos cuantos necesitamos
el sosiego el corazón; y es que no se trata sólo de un cansancio físico, se
trata del desgaste que va generando en nuestro corazón la ausencia de Dios o la
rutina de una vida de oración que nos va llevando a vivir en la monotonía del
día a día. Esto es grave porque nos hace perder la novedad de las cosas de Dios
y nos hace ver todo “como normal”, incluso aquello que es más sagrado.
De las lecturas de este domingo concluimos que
es urgente volver a comprender que la vida no se nos puede convertir en un
camino acelerado para conseguir muchas cosas, llenarnos de dinero, acumular y
acumular cosas y cosas, dejando de lado lo más importante que es el mandamiento
del Señor de amarlo sobre todas las cosas y al prójimo como a uno mismo.
No vivamos en cansancio cuando tenemos una
fuente de tranquilidad inagotable y seria: El Señor.
No caminemos como ovejas sin pastor, cuando
tenemos al Señor quien siempre nos cuida, nos ama entrañablemente, nos protege
y hace que nuestra vida interior siempre esté alegre, sana y libre de toda
corrupción.
Permitámosle al Señor ser el Pastor. Un pastor
congrega para Dios en un único rebaño. Recemos por el Papa, los Obispos, los
Sacerdotes: nuestros Pastores.
¡El Señor es mi Pastor, nada me falta!
P. Rodrigo Gallego Trujillo
Rector del Seminario Mayor “Los Doce Apóstoles”
de Buga