“No estás lejos del Reino”
(Marcos 12, 28-34)
La pregunta que le hacen a Jesús tiene mucha
vigencia, pues ciertamente en la vida se plantean muchos mandamientos, muchas
normas, muchas leyes, muchas opciones… y allí hay un dilema para cada persona
al momento de elegir… ¿qué es lo bueno y qué debo hacer? La respuesta que el
escriba le da a Jesús tiene también hoy validez: amar a Dios sobre todas las
cosas es la fuerza de todos los mandamientos, pues, responderle al Señor exige
que Él sea el primero, que Él sea la opción en cada respuesta, que Él sea la
luz en toda decisión; si las cosas se hacen así, entonces, en la vida las
dificultades se pueden llevar con mayor serenidad, los problemas resueltos de modo
humilde y sensato, las elecciones serán siempre conforme al querer de Dios.
Ser parte del Reino de Dios es corresponderle
al Señor en todo momento y en toda circunstancia, es responderle en medio de la
fragilidad que todos tenemos, es aprender a hacer siempre el bien, siempre,
siempre. El amor a Dios le da forma a nuestra vida y le da la orientación
correcta. Qué alegría poder sentir que vivir del amor de Dios nos da alegría
permanente y nos da la posibilidad de romper total y radicalmente con el odio,
el rencor, la mentira…
No seamos mediocres, no busquemos el camino de
lo más simple, seamos siempre exigentes en la búsqueda de la santidad. Nunca
nos demos permisos para NO amar a Dios, siempre busquemos que el amor sea la
chispa de la vida.
Es bueno siempre recordar que el amor a Dios
está sobre todas las cosas y, el amor a Dios, se expresa en el amor al prójimo.
¡Yo te amor, Señor, Tú eres mi fortaleza!
P. Rodrigo Gallego Trujillo
Rector del Seminario Mayor “Los Doce Apóstoles”
de Buga