Jueves Santo
Hagan esto en conmemoración mía
(Juan 13, 1-15)
Gran ejemplo el que nos da el Maestro: se abaja
hasta el último puesto para enseñarnos que el camino de Dios se llama servicio.
Hoy celebramos una gran fiesta en la Iglesia:
es Jueves Santo; es un día muy especial porque nos hace pensar en la
importancia del Sacerdocio que el Señor confió a sus Apóstoles y se ha heredado
por el ministerio de los Obispos a través de los siglos. También, celebramos la
institución de la Eucaristía: gran regalo de la permanente presencia de Cristo
Jesús en su Iglesia.
Vale la pena recordar que sin la Eucaristía, la
Iglesia queda totalmente incompleta: la Iglesia hace la Eucaristía y la
Eucaristía hace la Iglesia. No se pueden separar Iglesia-Eucaristía-Sacerdocio;
por todo esto es tan grande este día y debe ser motivo de profunda emoción para
agradecerle al Señor tantas bondades con todos nosotros.
¿Apreciamos al sacerdote? ¿Valoramos su
presencia?, ¿oramos por él en vez de criticarlo y “descuerarlo”? Es justo que
hoy elevemos una oración por todos los sacerdotes; necesitamos de su plegaria
para alcanzar la gran y elevada meta de la santidad; si tú oras más por
nosotros, con toda seguridad las acechanzas del mal no tendrán nido en nuestro
corazón.
Amemos la Eucaristía como un don precioso;
amemos la Iglesia, nuestra madre. Seamos fieles a lo que Jesús nos dejó para
prolongar su presencia en el tiempo y en medio de todos los seres humanos. Seamos
justos con el Señor quien se ha dado todo por todos y se ha hecho todo por
todos.
Oren por las vocaciones sacerdotales;
necesitamos muchos y santos sacerdotes para que el mundo crea.
¡El cáliz de la bendición es comunión con la
Sangre de Cristo!
P. Rodrigo Gallego Trujillo
Párroco de la Catedral de Buga