Pastor y Sacerdote
–Domingo 4 de Pascua – El Buen Pastor
(Juan 10, 27-30)
Llegamos al cuarto domingo del tiempo pascual y
con éste se nos presenta la fiesta del Buen
Pastor. Es una bella ocasión para festejar a Cristo el Señor, el único
y buen pastor y reconocer y agradecer el trabajo pastoral que tantos sacerdotes
de la Iglesia hacen en todo el mundo. Es justo alabar a Dios por el servicio desinteresado
que muchos hacen en bien de la Evangelización; son muchos, muchos, muchos los
sacerdotes… tratamos de servir de la mejor manera y con alegría.
También, en este domingo celebramos la Jornada Mundial de Oración por las
Vocaciones. Es una necesidad urgente preguntarnos: ¿rezo para que haya más
vocaciones sacerdotales y religiosas?, más aún ¿me interesa el futuro de la
Iglesia?, ¿soy consciente de que si no hay sacerdotes, no hay sacramentos?, ¿me
doy cuenta de la importancia tan grande de las religiosas que hacen tantas, tan
grandes y tan necesarias obras en la Iglesia y para el bien de los demás? No
podemos ser indiferentes ante la escases de vocaciones… debemos rezar más…
debemos rezar mucho por esta intención. Les pido que recen por los Seminarios
donde se forman los futuros sacerdotes; la santidad de las vocaciones y de los
sacerdotes es también fruto de la oración del Pueblo de Dios; no nos critiquen…
recen… recen mucho por nosotros.
Pastor. Bella palabra que Jesús usa para hablar de su
misión en el mundo: cuidar, alimentar, ayudar, sanar, socorrer, rescatar; es la
expresión propia para los sacerdotes de la Iglesia; un sacerdote es un pastor
porque tiene como tarea ayudar a que sus ovejas ―los fieles― lleguen al cielo. Un buen pastor da la vida
por su comunidad; una buena comunidad es obediente a su pastor. Oraciones
mutuas.
¡Señor, danos sacerdotes; Señor danos
sacerdotes santos!
P. Rodrigo Gallego Trujillo
Párroco de la Catedral San Pedro de Buga