La Santísima Eucaristía - Corpus Christi
(Lucas 9, 11b-17)
Tenemos en este domingo una de las fiestas más
entrañables de nuestra fe: Corpus
Christi, el Cuerpo y la Sangra del Señor… Es la fiesta de la Eucaristía.
Hay un bello principio de la teología que nos
dice. “La Iglesia hace la Eucaristía y la
Eucaristía hace la Iglesia”. Es tan real y profundo que vale la pena pensar
cuánto estimamos y frecuentamos la Santa Misa, especialmente cada domingo. No se
puede comprender la Iglesia sin la Eucaristía, pues, es evidente, desde la
Sagrada Escritura, cómo el Señor quiso celebrar la Pascua con sus discípulos y
dejarles el mandato de “hagan esto en
conmemoración mía”; más aún, en los Hechos de los Apóstoles se nos dice que
los Apóstoles eras asiduos a la Fracción del Pan (primitivo nombre de la
Eucaristía. Leer Hechos de los Apóstoles 2,42). También, recorriendo los textos
cristianos más antiguos, (La Didajé del año 70 después de Cristo, San Justino,
del año 165 después de Cristo), encontramos que la Eucaristía ocupa un lugar
central en la vida de la comunidad cristiana.
De este modo, recordamos que la Eucaristía
tiene dos grandes momentos: La Liturgia de la Palabra y la Liturgia de la
Eucaristía. Son como dos “manjares”
que se nos sirven en abundancia y nos nutren de la mejor manera. Por todo, vale
la pena repensar cómo estamos viviendo la Santa Misa; qué espacio le estoy
dando al Señor… o, si simplemente me quedé con aquella triste expresión “voy a Misa cuando me nace”… ¡Dios no nos
ama cuando le nace!... ¡NO! Dios nos ama siempre, siempre, siempre y se da
generosamente en cada Eucaristía.
No nos olvidemos del Señor… acudamos a la
Eucaristía cada domingo; vivamos muy unidos a nuestra parroquia y sirvamos con
alegría.
¡Cristo, ¡Señor nuestro, Tú eres sacerdote
eterno!
P. Rodrigo Gallego Trujillo
Párroco de la Catedral de Buga
Procesión de Corpus Christi en Sevilla, tal vez
año 1942