“Adviento”
(Mateo 11, 2-11)
Llegamos al tercer domingo de Adviento y el
Evangelio nos presenta la figura de San Juan Bautista, una persona muy especial
que nos recuerda elementos muy serios para nuestra vida de fe y nuestro
discipulado del Señor.
Una de las características de Juan Bautista es
su claridad para indicarnos el camino que nos conduce hacia Cristo Jesús. Y
este el deber de un cristiano, ayudar con su testimonio de vida para que
muchos, que buscan la luz de Dios, se puedan acercar a la fuente de la vida
verdadera.
Tal vez el hombre se ha acostumbrado a vivir en
medio de tantas mentiras que propone el mundo como si fuesen la verdadera
palabra sobre la felicidad de las personas, pero, no podemos perder de vista
que sólo en Dios se puede hallar la plenitud de la vida de todo ser creado a
imagen y semejanza.
Juan Bautista nos recuerda que una persona que
mira de “frente a Dios” tiene claro el horizonte de sus días; nos recuerda que
la dicha de la Navidad tiene que ser una alegría permanente para irradiarla a
todos.
Que el Adviento que vivimos nos ayude a
acercarnos más al Señor y así nos acerquemos a la Verdad que es Cristo Jesús.
¡Ven, Señor, a salvarnos!
P. Rodrigo Gallego Trujillo
Párroco de la Catedral de Buga