(Juan 20, 1-9)
El Evangelio de este día hace énfasis en la
palabra sepulcro, pero, “sepulcro vacío”, para indicar que
allí donde se corrompe un cuerpo, NO ESTÁ EL SEÑOR, pues, después de resucitar,
transforma la vida totalmente y nos libera de la terrible corrupción del
pecado, de la maldad, del odio, del resentimiento, de la ingratitud, de la
trampa, del vicio…de todo lo que nos es de Dios.
¡Felices Pascua de Resurrección para todos!
_______________________________________________________________________
“El primer día de la semana, María la Magdalena
fue al sepulcro al amanecer, cuando
aún estaba oscuro, y vio la losa quitada del sepulcro. Echó a correr y fue donde estaban Simón Pedro y el otro
discípulo, a quien Jesús amaba, y les dijo: «Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo
han puesto». Salieron Pedro y el otro discípulo camino del sepulcro. Los dos corrían juntos, pero el otro discípulo corría más
que Pedro; se adelantó y llegó primero al sepulcro;
e, inclinándose, vio los lienzos tendidos; pero no entró. Llegó también Simón
Pedro detrás de él y entró en el sepulcro:
vio los lienzos tendidos y el sudario con que le habían cubierto la cabeza, no
con los lienzos, sino enrollado en un sitio aparte. Entonces entró también el
otro discípulo, el que había llegado primero al sepulcro; vio y creyó. Pues hasta entonces no habían entendido la
Escritura: que él había de resucitar de entre los muertos…»
¡Este es el día en que actuó el Señor, sea
nuestra alegría y nuestro gozo!
P. Rodrigo Gallego Trujillo,
Párroco de la Catedral san Pedro de Buga