Texto de Germán Peña Córdoba
En las manos de la juventud esta la
responsabilidad de cambiar este oprobioso estado de cosas, que
les sustrae las justas oportunidades que debe tener un joven. Un sistema
inequitativo, indolente e injusto, que les da tratamiento de ciudadanos de
segunda y con obsecuencia, se acepta como algo normal. Si la juventud votara
masivamente, lo más seguro es, que el régimen caería, sería una patada al amañado
tablero y el ajedrez político sufriría un cataclismo, nunca antes visto. Si la
juventud sufragara, se podría cambiar las reglas del juego, y ya desprovistos
de polarización, sectarismos y divisiones (división que tanto le gusta y le
conviene a la caterva que gobierna) quizás se lograría la anhelada paz y la
reconciliación de los Colombianos.
Si la juventud masivamente acudiera a las
urnas, otro gallo cantaría y el Gallinero sufriría un irreversible revolcón,
que pondría patas arriba lo hasta ahora establecido y que lleva 200 años de
vana existencia. Pero como los jóvenes no votan, todo sigue igual, los jóvenes
con su negligencia y apatía de votar, solo terminan favoreciendo a los de
siempre: la clase política, que disciplinadamente si vota, y esto les permite
alcanzar réditos políticos, para eternizarse en el poder. En la juventud está
la clave, para darle la vuelta a la tuerca, en las próximas elecciones, bien
sea para presidenciales o elecciones a Congreso. Este estado de cosas se cambia
tangiblemente votando y neutralizando el fraude, no absteniéndose de votar.
Los jóvenes realizan (y eso está bien aunque no
es suficiente) muchas manifestaciones, con velas, cacerolazos y pancartas donde
se alcanza a leer: "Uribe paraco el
pueblo está verraco". Son tenaces en las redes sociales, pero al momento
de votar, no lo hacen. El domingo día de elecciones, muchos prefieren quedarse
durmiendo, antes que ir a ejercer su derecho ciudadano. Como es natural, esto
lo capitalizan las Ñeñecampañas, que aprovechan el vacío y como buitres acuden
a llenarlo. ¡¡ Ya es hora de levantarse, llego la hora del despertar de la
juventud.!!.
Con la imposición del voto obligatorio en
Colombia, se podría mejorar sustancialmente las cosas, podemos conducir la
abstención a cero, pero ejercer ese derecho ciudadano, no debe ser una
obligación, si no, una responsabilidad. Adicionalmente, con el voto Electrónico
Mixto y un nuevo código electoral también se buscaría mayor transparencia a la
voluntad ciudadana. El voto Electrónico Mixto está aprobado en Colombia desde
el 2009 más sin embargo no se implementa. ¿Por qué?
La abstención en Colombia, es una enfermedad
crónica que ronda entre un 50% a 56% o sea que, un pequeño volumen de votantes
deciden el futuro de un gran número de habitantes, que deciden no votar. La
abstención es la gran ganadora de toda elección. Podría decir lo contrario: la
abstención es la gran perdedora, porque aquellos que componen esa abstención,
dejan que esta minoría, que si vota, les diseñe el futuro. Hay personas que lo
dicen abiertamente: "yo en mi vida
nunca he votado, ni votare jamás por esos políticos corruptos". Son
muchos, a los que les he escuchado decir esta gran equivocación. Lo dicen con
gran solvencia, lo dicen como un gran comportamiento moral y ético, lo dicen
como una gran cosa, lo dicen sin ambages y como si estuvieran comentando una
gran genialidad, sin darse cuenta, que al no estar ejerciendo su derecho, están
favoreciendo a los corruptos, que dicen criticar y que si votan de manera
eficiente y eficaz.
Nada que favorezca más a la clase politiquera,
que una alta abstención. Pero este no es el único problema que evita que las
cosas cambien en este país, el otro y creo que es el principal obstáculo,
reside, en que la juventud no vota. El domingo, día de las votaciones, los
jóvenes prefieren un partido de fútbol o se quedan durmiendo el guayabo y no
asisten a cumplir la cita con este sagrado derecho ciudadano.
El innombrable ya se pronunció: "Ojo con el 2022" dijo. Esta
lacónica proclama, pretende ser la sentencia y la hoja de ruta para el 2022, si
es que los dejamos y el inepto que desgobierna Colombia termina su desastroso
periodo. ¿Roy Barreras a dónde firmo? Los de siempre, ya empezaron a preparar
el terreno, con suficiente abono cuyo mayor compuesto es el odio. El propósito
de la siembra es cosechar bobitos, que bien manipulados, van de nuevo a las
urnas "enverracados". La trilogía compuesta por encuestas amañadas,
registradora y sesgados medios de comunicación, es la combinación perfecta,
para perpetrar el latente fraude que como espada de Damocles, pende sobre las
cabezas de quienes lo diseñan y ejecutan. Hoy ya no es "el que escruta elije", lo anterior
mutó para decir: el que maneja el Software elige. La juventud con su masivo
voto tendrá la palabra. ¡¡Ojo pues!!
Germàn Peña Córdoba
Arquitecto Univalle.