Texto de Guillermo Salazar Jiménez
“Amar el fútbol es también respetar la
profesión y a técnicos, futbolistas e hinchas”, frase del profesor Juan Carlos
Conde –asistente técnico de Fernando Castro durante 22 años en la dirección de
12 equipos profesionales del fútbol colombiano y potenciación de más de 200
jugadores –para iniciar la charla sobre la importancia de saber tratar a los
futbolistas como personas en formación.
Para valorar la comunicación del técnico con
los futbolistas es necesario tener en cuenta diversos factores, afirmó el
profesor Conde, porque, por ejemplo, la realidad colombiana de desigualdad y
violencia afecta el comportamiento y el rendimiento de los jugadores dentro y
fuera de la cancha. Sostuvo que el pecoso Castro, como director técnico, ha
cumplido un papel de estratega en la técnica y táctica del balón, pero igual de
maestro en la formación en valores de sus dirigidos. “Ante la realidad compleja
que viven los jóvenes que han pasado por los clubes donde hemos trabajado y,
ante la ausencia de sus padres, el pecoso procuró llenar este vacío”.
Aseguró el profesor Conde que el buen director
técnico impacta también la formación humana para intentar que sean personas de
bien en el futuro, porque la profesión del futbolista es de corto plazo. “Lo
aprendí con el grado de Maestría en Pedagogía del Entrenamiento Deportivo y
como profesor en la Escuela Nacional del Deporte, Univalle y otras
instituciones; lo practiqué como asistente y preparador físico”.
El profesor Conde comentó sobre casos aislados
de futbolistas que intentan pervertir tales propósitos, con ánimo de lucirse
ante las cámaras, aunque no sean periodistas consumados, menos dirigido equipos
de fútbol. Explicó que es el caso del exjugador Fabián Vargas, quien afirmó en
el programa televisivo de Espn FC que el pecoso “me quitó las ganas de jugar”,
con la intensión de prender la polémica sobre la forma del pecoso transmitir
sus enseñanzas, pero se quedó en la simpleza del rating para dejar una imagen
de antiprofesional del fútbol y de aprendiz de comentarista. Aseguró Conde que
Fabián Vargas no consideró los 15 años como futbolista ni los 35 que el pecoso
vivió como director técnico y “por su afán protagónico irrespetó estos 50 años
unidos al fútbol y no entendió los alcances de las enseñanzas integrales que
intentó inculcar”.
Conde consideró que respetaron a Fabián como
futbolista durante los 19 meses que compartieron en el América. Que en 2003
perdieron la oportunidad de ganar la copa libertadores, pero Fabián obtuvo un
buen contrato y viajó a la argentina para jugar en Boca Juniors. “Ganar 2
campeonatos con el Cali, semifinalista en la libertadores, subcampeón en
Merconorte y semifinalista en el torneo de nuestro país con Santafé, Quindío y
Huila, muestran al pecoso como uno de los más exitosos directores técnicos”.
Mi estimado amigo, gracias por la charla,
concluyó el profesor Conde, y recordó que la exigencia al cien hace parte de la
responsabilidad profesional, “por ello resulta nimio el tono o las palabras
francas usadas por el pecoso en la formación de sus dirigidos y que los
desagradecidos como Fabián no soportaron”.